Comienza la Cuaresma y en los Encuentros con Jesús, hemos llevado a cabo una de las sesiones más especiales.
Estos días, nuestro oratorio desprende diferentes luces de colores, nos estamos identificado con ellas y estamos hablando de la manera en la que Jesús es luz para nosotros, cómo cada uno de nosotros somos luz para los demás. Luces especiales, únicas y diferentes con un color propio.
Cada uno de nosotros somos una de esas luces que brillan, tu vida, puede ser un faro en la oscuridad de este mundo.
«Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.»
Mateos 5:14-16.