Esta semana hemos realizado talleres de salud digital en quinto y sexto de primaria, comenzando con una encuesta anónima que nos ha ayudado a entender mejor cómo nuestros alumnos utilizan la tecnología en casa. Los resultados confirman que nuestro colegio está en línea con la media general: el 89% utiliza tablets o móviles entre semana, más allá del portátil escolar, y para muchos, esto forma parte de su rutina diaria. Hemos hablado con alumnos y familias de ergonomía y hábitos antes de ir a dormir.
Encuestas en 5º y 6º de EP ofrecen una realidad alineada con las encuestas a nivel nacional. Lo importante, como dicen los expertos: educar y supervisar el buen uso.
Sin contar el ordenador del cole, ¿usas una tablet o móvil en casa?:
¿Usas móvil, tablet u ordenador antes de dormir?:
Durante las sesiones hemos abordado temas importantes como la ergonomía, explicando cómo afecta al cuerpo la postura frente a dispositivos digitales. Los alumnos han comprendido que algo tan simple como sentarse correctamente puede prevenir molestias como el dolor de espalda, cuello y cansancio visual. Practicamos la regla del 20-20-20, recordando la importancia de hacer pausas cada 20 minutos para descansar la vista mirando algo que esté a seis metros de distancia durante al menos 20 segundos. Además, reflexionamos sobre la necesidad de hacer pausas activas cada 45 minutos para estirar y mover el cuerpo, algo que, aunque sencillo, muchas veces olvidamos tanto niños como adultos.
Uno de los aspectos que más nos llamó la atención es el uso de pantallas justo antes de dormir. Solo el 17% dicen dejar al menos dos horas de espacio entre el sueño y la pantalla. Pero es que más de la mitad admiten usar algún tipo de pantalla, como televisión, tablet o móvil, en los 60 minutos previos a acostarse, algunos es lo último que hacen. Conversamos sobre cómo esto afecta a la calidad del sueño, proponiendo alternativas como leer o escuchar música suave para preparar el cerebro para un descanso reparador.
Esta semana además tuvimos talleres con las familias de 5º y 6º. En estos talleres estos temas suscitaron debates enriquecedores, mostrando claramente que cada familia vive una realidad única en casa. Más de la mitad de nuestros alumnos juegan videojuegos habitualmente, un hecho que abre diferentes perspectivas sobre cómo gestionar el tiempo frente a pantallas. Quedó claro que no existe una única solución válida para todos, pero sí un principio fundamental: es imprescindible la implicación activa de las familias en la educación digital de sus hijos.
Como comunidad educativa creemos firmemente en la colaboración entre colegio y familias. Las encuestas también revelaron que aunque el ordenador del colegio no es considerado por los niños como una distracción de entretenimiento, sí lo son otros dispositivos personales. Muchos niños aún no tienen el hábito de hacer pausas regulares (el 43% ni siquiera se lo ha planteado), y es fundamental crear juntos conciencia sobre estos temas.
Cada familia tiene su realidad particular
"Explicarles por qué se limita el tiempo de uso de una red social o videojuego, preocuparse y ser conscientes del contenido que consumen, intentar comprenderlo… Ese pequeño paso, ese primer paso, hace una gran diferencia."
Alfonso Sanz
Está claro que vivimos en una sociedad compleja, donde cada familia tiene su realidad particular. Desde nuestro papel como colegio, es esencial proporcionar a los alumnos herramientas para entender y gestionar el mundo digital que les rodea. En este proceso, los profesores de juegan un rol clave en el día a día, acompañando a los alumnos en una educación que va más allá de lo académico.
Como comentábamos esta semana con las familias que pudieron asistir a los talleres cada familia vive una realidad distinta, y por eso cada una debe conocer bien a sus hijos. No se trata solo de limitar el tiempo frente a pantallas o videojuegos. Existen diferentes fórmulas educativas que pueden funcionar igual de bien. Pero hay algo imprescindible: ser partícipes, todos, de su educación. Explicarles por qué se limita el tiempo de uso de una red social o videojuego, preocuparse y ser conscientes del contenido que consumen, intentar comprenderlo… Ese pequeño paso, ese primer paso, hace una gran diferencia. No se trata de espiar o prohibirles sin más, sino de guiarles y educarles.
Como señalaba esta semana en los talleres, podríamos haber nacido en la Edad Media, y no tendríamos esta realidad social, que trasciende las puertas del colegio y de nuestras casas; nuestros problemas habrían sido otros. Pero vivimos en la época que vivimos, con sus propios desafíos particulares. Y yo, personalmente, prefiero ser una persona corriente del mundo actual que un rey en la Edad Media. Pero hay que ser conscientes de que tenemos un desafío por complejo por delante.
La infografía del taller
