En nuestro colegio, hemos celebrado el Día de la Paz con una actividad muy especial: convertirnos en una gran orquesta donde cada uno ha puesto su propia nota. Inspirados por la música, hemos creado una partitura única, llena de valores y deseos para conseguir un mundo más pacífico.
Cada alumno ha diseñado su propia nota musical, decorándola con mensajes de amor, respeto y convivencia. «La paz suena a amor y tranquilidad», escribieron algunos, mientras que otros destacaron palabras como «humildad», «empatía» y «esperanza». Después, todas esas notas han encontrado su sitio en un gran pentagrama que simboliza la armonía que podemos crear juntos.
La actividad ha sido un momento de reflexión y creatividad, en el que hemos comprendido que, al igual que en la música, la paz se construye con el esfuerzo y la aportación de todos. Una sola nota no hace una melodía, pero cuando se unen muchas, el resultado es maravilloso.