Día 22 – Pedrouzo

pedrouzo

De Arzúa a O Pedrouzo: 19,1 km

20 km a Santiago

Siempre

A media tarde, Saltamontes, vio una seta. Crecía al borde del camino. “Descansaré los pies”, se dijo. Saltamontes se sentó en la seta. Tres mariposas bajaron volando.

–¡Saltamontes –dijeron las mariposas–, tienes que cambiar de sitio! –Sí dijo la primera mariposa–. Estás sentado en nuestro sitio. Todas las tardes, a esta hora, venimos volando a esta seta y  nos sentamos en ella durante un rato.

–Hay otras muchas setas  –dijo Saltamontes.

–Las otras no nos importan –dijo la segunda mariposa—Siempre nos sentamos en esta seta. Saltamontes se levantó. Las tres mariposas se sentaron. – Todos y cada uno de los días hacemos lo mismo a la misma hora –dijo la tercera mariposa–. Nos gusta hacerlo así.

–Nos despertamos por la mañana –dijo la primera mariposa y nos rascamos la cabeza tres veces.

–Siempre –dijo la segunda mariposa-. Luego abrimos y cerramos las alas cuatro veces y volamos en círculo seis veces.

–Siempre -dijo la tercera mariposa- vamos al mismo árbol y tomamos la misma comida cada día.

–Siempre –dijo la primera mariposa—después de comer nos sentamos en el mismo girasol. Nos echamos la misma siesta.  Tenemos el mismo sueño.

–¿Qué soñáis? – preguntó Saltamontes.

–Soñamos que estamos sentadas en un girasol echándonos la siesta. –dijo la segunda mariposa.

–Siempre – dijo la  tercera mariposa-, cuando nos despertamos, nos rascamos la cabeza tres veces más y volamos en círculo seis veces más.

— Luego venimos aquí –dijo la primera mariposa y  nos sentamos en esta seta.

–Siempre –dijo la segunda mariposa.  -¿Nunca cambiáis nada? – preguntó saltamontes.

–No, nunca –dijeron las mariposas–. Cada día nos parece bueno

–Saltamontes –dijeron las mariposas–, nos gusta hablar contigo. Nos reuniremos contigo todos los días a esta hora. Nos sentaremos en esta seta. Tú te sentarás justo ahí. Te contaremos cómo nos rascamos y cómo volamos.  Te contaremos cómo nos echamos la siesta y soñamos. Tú escucharás, tal y como estás escuchando ahora.

–No –dijo Saltamontes–. Lo siento pero no estaré aquí. Estaré de camino.  Estaré haciendo otras cosas.

–¡Es una pena!–dijeron las mariposas–.¡Te echaremos de menos.  Saltamontes! ¿De verdad haces algo diferente cada día de tu vida?

–Siempre, dijo Saltamontes– ¡Siempre, siempre!

Dijo adiós a las mariposas y echó a andar rápidamente camino adelante.

  • ¿Qué actitudes de nuestra sociedad o de nuestro entorno nos recuerda esta historia?
  • ¿Qué repeticiones nos dan seguridad en nuestra vida?
  • ¿Qué actitud tenemos ante lo nuevo, lo desconocido?
  • ¿Por qué necesitamos repetir cada año lo mismo?
  • ¿Qué me gustaría dejar de hacer siempre igual?

Sus padres iban cada año a Jerusalén, por la fiesta de la pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron a celebrar la fiesta, según la costumbre. Acabada la fiesta, cuando regresaban, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Estos creían que iba en la comitiva, y al terminar la primera jornada lo buscaron entre los parientes y conocidos. Al no hallarlo, volvieron a Jerusalén en su busca. Al cabo de tres días, lo encontraron en el templo sentado en medio de los doctores de la ley escuchándoles y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían, estaban maravillados de su inteligencia y de sus respuestas.                                                               Cuando le vieron, se sorprendieron; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado angustiados.  Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre? Pero ellos no comprendieron lo que les decía. Bajó  con ellos  a Nazaret, y vivió bajo su  tutela. Y su madre guardaba todos estos recuerdos en su corazón.

Lc 2, 41-51

Te pedimos, Dios Padre, que no nos dejes caer en la rutina.

Te pedimos, Dios Padre, para que siendo fieles al Padre Chaminade

Sepamos  hacer verdad en nuestra vida la frase “ A vino nuevo odres

nuevos”.

 

Te pedimos que este Camino que hoy comenzamos nos

ayude a conocernos mejor a nosotros mismos, a los compañeros

y también a Tí.