Día 19 – Portomarín

portomarin

De Sarria a Portomarín: 22,4 km

92,9 km a Santiago

Una casa nueva

El camino subía por una escarpada colina. Saltamontes subió hasta la cima. Encontró una gran manzana tirada en el suelo.  Será mi comida –dijo Saltamontes. Le dio un gran mordisco a la manzana.

–¡Mira lo que has hecho! –dijo un gusano, que vivía en la manzana–. ¡Has hecho un agujero en mi tejado! No está bien comerse la casa de alguien.

–Lo siento –dijo Saltamontes. En ese mismo momento la manzana comenzó a rodar camino abajo por el otro lado de la colina.

–¡Detenme! ¡Agárrame! – Chilló el gusano.

La manzana rodaba cada vez más rápido.  –¡Socorro, mi cabeza está chocando con las paredes! ¡Los platos están cayéndose del estante! –gritó el gusano.

Saltamontes corrió tras la manzana.  –¡Todo está revuelto aquí dentro! -gritó el gusano- ¡La bañera está en la sala! ¡La cama está en la cocina!

Saltamontes siguió corriendo colina abajo; pero no podía coger la manzana. –Me estoy mareando—gritó el gusano- ¡El suelo está en el techo! ¡El desván está en el sótano!

La manzana rodaba y rodaba. Rodó toda la cuesta hasta el pie de la colina.

La manzana chocó con un árbol. Se rompió en cien pedazos. –Una pena, gusano –dijo Saltamontes—Te has quedado sin casa.

El gusano trepó por el tronco del árbol.  –Oh, no importa –dijo el gusano–. Estaba vieja y, de todas formas, tenía un gran mordisco. Es una buena ocasión para encontrar una casa nueva.

Saltamontes miró a lo alto del árbol. Vio que estaba lleno de manzanas. Saltamontes sonrió y siguió camino adelante.

  • ¿Qué actitudes de nuestra sociedad o de nuestro entorno nos recuerda esta historia
  • Tu actitud en la vida complica la vida a alguien… ¿Cómo te sientes en esos momentos? ¿Qué reacción tienes?
  • ¿Cómo afrontas las dificultades? ¿Ves en las dificultades oportunidades?
  • ¿Qué te parece la frase? “la vida es un 20% lo que te pasa y un 80% como lo vives”

Ahora, como veis, forzado por el Espíritu, voy a Jerusalén, sin saber qué es lo que me espera allí. Eso sí, el Espíritu Santo me asegura en todas las ciudades por las que paso que me esperan prisiones y tribulaciones.

Pero nada me importa mi vida, ni es para mí estimable, con tal de llevar a buen término mi carrera y el ministerio que he recibido de Jesús, el Señor: dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

Hch 20, 22-24

Te pedimos, Dios Padre, que nos ayudes a afrontar

las dificultades con optimismo, intentando pensar más

en las soluciones que en los problemas.

Te pedimos, Dios Padre, que aprendamos a ser

respetuosos y cariñosos con la vida de cada persona.

 

Te pedimos que este Camino que hoy comenzamos nos

ayude a conocernos mejor a nosotros mismos, a los compañeros

y también a Ti.